








La Virgen de agosto, escalera hacia el cielo, o de la mucha utilidad de los libros voluminosos










Estación # 6: la Verónica enjuga el rostro místico de Elvis, que es amor

















Cher Antonioni… Querido Antonioni… (Roland Barthes)
Querido Antonioni… En su tipología, Nietzsche distingue dos figuras: el sacerdote y el artista. Hoy en día, tenemos sacerdotes de sobra: en todas las religiones e incluso fuera de la religión; pero ¿artistas? Quisiera, querido Antonioni, que me prestara un momento algunos rasgos de su obra para permitirme fijar las tres fuerzas, o, si lo prefiere, las tres virtudes que a mis ojos constituyen al artista. Las nombro ahora mismo: la vigilancia, la sabiduría y, la más paradójica de todas, la fragilidad. Contrariamente al sacerdote, el artista se sorprende y admira; su mirada puede ser crítica, pero no es acusadora: el artista no conoce el resentimiento. Porque usted es un artista, su obra está abierta a lo moderno. Muchos toman lo moderno como una bandera de combate






