https://youtu.be/r_caNBzzn0k ODISEO: Oíd mis palabras, amigos, aunque padezcáis tantos males, para que os revele los oráculos de Tiresias y de Circe de Eea, los cuales me encargaron reiteradamente que huyese de la isla de Helios, que alegra a los mortales, diciendo que allí nos aguarda el más terrible de los infortunios. Por tanto, encaminad el negro bajel por fuera de la isla. Así les dije. A todos se les partía el corazón, y Euríloco me respondió enseguida con estas airadas palabras: EURÍLOCO: Eres cruel, Odiseo, disfrutas de vigor grandísimo, y tus miembros no se cansan, y debes de ser de hierro, ya que no permites a los tuyos, molidos de la fatiga y del sueño, tomar tierra en esa isla azotada [...]