Me gustaría hablar de un pequeño documental de Ettore Scola, sobre gente corriente –esa a la que suele llamarse «insignificante»– titulado Gente de Roma. Pero, bueno, hablaré de la fugaz travesía romana de Miguel Sanz, menos interesante que otros paseos romanos, pero más «nuestra». «Estoy con vosotros», le dijo el Papa. Ya. Sin la complicidad de lo sobrenatural no somos nada: gente «insignificante» de aquí o de allá, nadas descoloridas, de esas a las que sólo un Scola o un Faulkner devuelven su color. Pero si hay un «nosotros», no digamos si hay un «estoy con vosotros» dicho por un heraldo de lo sobrenatural, a lo lejos empiezan a perfilarse horizontes en un explosivo tecnicolor. Sanz vio Roma desde la terraza del general de los jesuitas. Sí, lo de «general» está bien, porque los jesuitas, como soldados de la fe, como heraldos mesiánicos de una misión salvadora, soñaron, vieron –tuvieron visiones de– la inmensidad del horizonte. ¿Hablamos de las pinturas de la cúpula del Monumento a los Caídos? En ellas, a los pies de «nuestro» soldado y misionero mayor, todo un parque temático de la humanidad –chinos de todos los mares de China, samuráis a caballo, indios con su elefante— ansía ser liberado de su descolorida nada. Por la derecha avanzan «por un peñasco perfilado en horizontes de grandeza», con la espada y con la cruz, los gloriosos soldados del «Generalísimo». Tras ellos viene, siguiendo a «la Generalísima» –la bandera de la Santísima Virgen– la amalgama de combatientes que hicieron todas «nuestras» guerras de religión. Este abigarrado croquis de la «evolución humana» desciende hasta su primer peldaño. En él vemos a «nuestro» Sancho atacando con la maza en la cruzada que precedió a todas las demás. No es un lugar, el monumento, para echar películas de gente corriente. Sí digno de que lo vea el romano que, como era de temer y suponer, «está con nosotros». Con «nosotros», desde el mazazo fundacional y mientras, además de pan, haya quien necesite para vivir milagros y horizontes en tecnicolor.

Publicado en Diario de Noticias, en febrero de 2006