Dicen en el noticiero de las dos de la tarde que el rector de la universidad del Opus Dei en Navarra «ha ironizado» sobre la no contribución de las administraciones públicas a la financiación del museo privado de esa universidad, hoy inaurado por el cuñado de Urdangarin y su consorte.
   La financiación, ha dicho el rector, es completamente privada. Y el rector «no desespera del todo» de que la misma administración que tiene cerrado el grifo presupuestario a los museos públicos, termine por contribuir a la financiación de su museo particular.
¿Ironía? Más bien cinismo, puesto que el rector ha omitido hablar de la prisa que se dio el tecnocrático y filopusdeísta gobierno autonómico para aprobar una ley de meceznago ad hoc merced a la que, los patrocinadores privados del museo recién inaugurado desgravarán sustanciosas cantidades que ya aportaremos después todos los contribuyentes. De modo que algo contribuirán las arcas públicas a la ampliación de las instalaciones del campus opudeísta, sin contar los terrenos municipales regalados sobre los que se hizo dicho campus.
   Por lo demás, el cuñado de Urdangarin ha inuagurado el museo con su consorte, silente señora que, pese a no vestir un camisón blanco, recuerda mucho a la coprotagonista de I Walked with a Zombie, la película de Jacques de Tourneur cuyo trailer dejo aquí, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid.

+ sobre este mismo asunto:
Miguel Sánchez-Ostiz: El museo del Opus (el MUN).