Recordando o remedando a José Blanco White –el de «¡Ay de la madre cuyo hijo no escriba en España!»–: ¡ay de la madre del intelectual, columnista, periodista o simple oportunista español que no sazone su discurso con el tópico del momento: «ventana de oportunidad»!, que vendrá del inglés, window of opportunity.
He oído esta mañana –la SER– como incurría en tan transitado lugar común un profesor de universidad que hablaba sobre el nuevo libro de Ignacio Sánchez Cuenca –cuyo diagnístico sobre la vida intelectual española me parecen bien, siempre que a continuación no se caiga en el oportunismo del quítate tú para ponerme yo: siempre que el diagnístico no se use como una «ventana de oportunidad» para medrar y subir en el escalafón; siempre que no se trate de substituir el blablablá de las tertulias por la jerigonza académica–… Pero para ventana de oportunidad (en este caso, segunda oportunidad), la que se le abría a Louis Garrel, frente a Chiara Mastroiani, en aquella película que llevaba por título Non ma fille, tu n'iras pas danser, aquí rebautizada como Haciendo planes para Lena:

[01.03.2018]