La concesión a título póstumo de la Medalla de Oro de Navarra a dos grandes prebostes del franquismo, al parecer dos titanes visionarios que desencadenaron en los años 60 el milagro económico del que los simples y prescindibles mortales hemos disfrutado a placer durante medio siglo largo –hasta el día aciago en que la burbuja inmobiliaria y la ya vaciada Cajanavarra se desinflaron como los grandes blufs que eran–, hizo que me acordara de la que para mí es la mejor película de 2013 e incluso de 2014: el episodio de Víctor Erice Vidros partidos. Testes para un filme em Portugal, dentro del film colectivo Centro histórico. En ella se oye la voz de los que nunca tendrán el dudoso honor de recibir condecoraciones como la Medalla de Oro de Navarra. He aquí un botón de muestra de la película: